26/2/11

Wake up







Kita, kita
norte, norte.
El norte me gusta por perenne
y porque encierra más agujas y aguas
así, a mogollón
copetones de nieve que nunca te golpean.
Como una copa vertida.



Yo no estuve en la WWI
ni en la 2. ¿Sabes?
Y ahora vuelvo a casa.
Después de leer anuncios y carreteras perdida.
Después de agotar el depósito,
y de aprender por la garganta denominaciones de origen.

Por algo las brújulas del sur están al norte.
Para que sepamos dónde encontrar la aguja, la nieve, y cómo volver a casa.

La casa donde encuentro una pluma suave, una rosa de tela negra, y una ventana requeteabierta.

Esa.